
17 Dic Bienvenidos a Chiapas
Desde Madrid, en 2 horas de avión te puedes ir a Italia, Francia, Portugal… desde la capital de México te puedes ir a Tuxtla Gutierrez, en el estado de Chiapas pero en el propio país.
Decidimos seguir tachando nombres de la lista sobre los lugares a visitar y personalmente éste es uno de los que más ganas tengo de conocer.
La gente habla tan bien de Chiapas que sin duda sería un error no pasar unos días. Hablan bien de Chiapas y en Chiapas hablan bien de España.
Después de más de un año desde que Quintin nos diera una lección en Couchsurfing, esa aplicación que se utiliza para conseguir alojamiento de manera “gratuita” a los lugares que visitas, decidimos volver a intentarlo.
No me gusta escribir la palabra gratis en este caso, porque siempre hay un intercambio cultural que debería ser pagado.

La llamada de alojamiento vino contestado por un mexicano amante de España, da mucho gusto escuchar hablar bien de tú país estando a tantos kilómetros de distancia.
Pepe no estuvo unos días, vivió en España durante seis meses en un intercambio académico. Granada, su destino, y sus recuerdos hacen darme cuenta de la suerte de nacer en uno de los países más bonitos del mundo.
Comenzamos viaje, nueva aventura y muy cerca de Tuxtla, nos movemos hasta Chiapa de Corzo. Un pequeño pueblo mágico con un gran secreto.

Es difícil de describir, su nombre, Cañón del Sumidero y no me equivoco si digo que está dentro de mis tres lugares naturales favoritos.
Alguien me dijo que era como el Gran Cañón del Colorado pero con agua, yo no he visitado Estados Unidos, pero muy bonito tiene que ser el Gran Cañón para que supere a éste.

A mí me pareció como estar navegando entre montañas, entre grandes paredes de piedra que llagan hasta el kilómetro de altura mientras solo las puedes observar desde una pequeña lancha con 15 personas más.
Por supuesto que en un lugar tan grande no puedes estar tú solo.

Pelícanos, monos araña y al menos 6 cocodrilos vi yo, sin contar la cantidad de animales que debería haber bajo el agua.
Poco más de 2 horas observando sin parpadear, en el recorrido ves a la virgen de Guadalupe, un caballito de mar y un árbol de Navidad. Todo termina en una presa con 240 metros de agua y un pueblo bajo esa pequeña lancha.
Comer un Pozol de Cacao recomendación de Pepe mientras ves la puesta de sol desde el embarcadero es la culminación a un inmejorable primer día de viaje.

El camino sigue, seguimos a solo 50 minutos de la capital del estado. Nos despedimos del Cañón del Sumidero, de Tuxtla y de Pepe.
En estos casos las gracias se quedan en poco, lo único que te puedo ofrecer es mi casa en el país del cual hablas tan bien y que sé que vas a volver. Allí te espero, con una cerveza alhambra y comiendo esas tapas que tantos recuerdos te traen. ¡Gracias!

Próxima parada San Cristóbal de las Casas, cualquier mexicano sabe lo bonito que es este pequeño pueblo. Ahora lo vamos a descubrir nosotros.
Después de la buena acogida del Couchsurfing decidimos volver a intentarlo y de momento la suerte nos sonríe, en este pequeño pueblo nos reclutó para su banda RoofCom.
La historia de este Couchsurfing está entre complicada y surrealista.
Hace 5 años el lugar no existía, a base de esfuerzo y de una pequeña inversión Roof consiguió construir de la nada una casa, una mansión llena de historias.
Yo voy a contar mi propia, la que quiero contar en un futuro.
Llegamos en taxi a las afueras de la ciudad, nos recibe en la puerta de la casita de madera un hombre alto con un ojo blanco y negro y el otro solo negro.
Entramos en la casa y vemos un salón con una mesa, un portátil, la chimenea al fondo y dos sofás con pinta de tener muchos años.

Autosustentable, la palabra se repitió más de 10 veces en los primeros 30 minutos. La idea es buena, alojamiento a cambio de ayuda y la gracia es que no tiene porqué ser ayuda económica.
“Una persona compró un limonero, lo plantó y así colaboró”, otras persona colaboraron cuidando el huerto por unos días, otras compran la necesidades básicas de una casa como agua o papel. “Podéis colaborar como queráis”.
La idea es genial.
Después de las primeras indicaciones empezamos a hablar sobre la vida, de momento sobre la real.
RoofCom, nombre artístico, aunque verdaderamente se llama Mauricio Camacho. 31 años y tuvo problemas con la policía hace dos días, las secuelas son un ojo morado. No quise saber sobre el problema. Compositor de música y fabricante de cigarrillos profesional.
Después de que hiciera efecto, ya pasó a la conversación menos real. Tenía “sentido” lo que hablaba: “En el mundo hay 5 dimensiones”, “El mundo se rige por frecuencias, las malas llaman a las malas y lo mismo ocurre con las buenas, ahora el mundo está en una fase de transformación y hay más frecuencias malas que buenas y por eso pasan tantas cosa malas”.
Me gusta conocer otras formas de pensar, incluso las que nunca hubiera imaginado. La historia con Mauricio continuará, mínimo lo quiero conocer por las tres noches que nos quedemos en su mansión de historias.

Estoy contento, feliz, haciendo y viajando lento, como disfruto, como me gusta. Viviendo experiencias cada segundo y con misterio de lo que nos deparará el futuro.
Exactamente la misma sensación que Cuando Cruzamos Europa en Autostop, y lo mejor que solo, solo acaba de empezar.
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